lunes, 30 de diciembre de 2019

Te leo
& cuánto rugido:
cómo es que ya no nos hemos incendiado la falta de un poema
en lo más alto de la nada.

Mis brazos para tus dragones
& 1 beso de Buda en nuestras bocas.
Te miro tan próxima:
déjate crecer
las eternidades m
porno & más santas.
Ya pronto
la desnudez de la nube
& a las estrellas nuestros hervores.
Mis ojos y tus ojos
por la luz que nos pierda
& que nos pierda
hasta que se escuche
cómo se encuentran
los ruidos en la noche.
La delgadez de tus piernas
& la puntita en nave galáctica
tu rayo láser
como otra fuerza
que remueve abismos.
Como otro Joda que no nos joda
& ecosistemas
como otra verga más verde
& bien verga
ya la vida que nos consume
la moridera cotidiana.

Qué es el camino dado donde meditamos nuestros espíritus
más puros
más instantánea & el pasto que corre
sino este desgarrarnos distancias.
Te vi la tierra,
te imaginé algunos árboles
que nunca se despiden
como 1 falda corta
que no terminan de coger los montes.
Ahora por aquella calle del zócalo,
anda tan feliz el aire vago
como para detenerse
& ya cortamos tiempos contados.
No sé si las montañas,
no sé si las mañanas,
cuántos libros acomodé
en palabras para el azar.
Tu calle favorita
que imagino que otra calle
 imagino
alguna nostalgia de arbustos
donde fuimos la hierba
o esa noche donde nos borrábamos los nombres lentamente.
Cualquier lugar de
mi legajo del pueblear
& ya tu cuerpo escribiéndonos.

A
la voz de los pájaros y las mariposas
que  ya otros fríos,
mis huesos que truenan
por todo el amor
de tus vientos y tus aguas.
Este palabrear
que viene y que vino como vinos:
la luna más allá
de sus palacios & sus motores.
Dónde te veredeo pues estos planetas.
Cuándo es de soles es.