domingo, 26 de febrero de 2017

LOS POETAS QUE BAJARON DEL DIOS-HOMBRE-MUJER 
para quedarse fuera del establisment posmoderno mexicano
Por José Carlos Faustino Cruz
UACM Cuautepec




Relecture: los estudios literarios sobre el acontecer posmoderno mexicano parten de David Huerta & Coral Bracho, por citar sólo algunos empotramientos de la cultura literaria. Pero ocurre la trágica tragedia, que siempre se olvidan de la poesía marginal, como la de los Infra u Hora Cero, dígase Papasquiaro “X”, por citar sólo algunos. Por tanto, habría que ahondar más en esa vena poética, como lo hace Gerardo Bustamente B.; en su libro de Abigael Bohórquez, “Digo lo que amo”. En él podemos encontrar:
Erotismo exacerbado, homosexualidad que hoy podríamos llamar un homosexual queer que se ha liberado, uso de arcaísmos en el lenguaje con un nuevo sentido, tradición oral de la poesía popular sabinesca, la cursilería a bien tener de la poesía homoerótica, resabios de la poética Huertiana de Don Efraín, neoclasicismo o barroquismo rupestre, Des-no: decir vulgaridades a través de una crítica a los Aparatos Ideológicos de Estado sobre la homofobia; entre otras muchas vertientes que abarca el poeta Bohórquez, no sólo en esta edición. Lo dicho anteriormente lo podemos encontrar en versos como: “hombre contra hombre”, “ay, levítico… / tú y yo; / que en un do por tre / sé tú / hombre con hombre”, “desafortunamente maricón”, “desmandamiento / des / nálgame dios”, “aquel beso chavísimo”, por citar sólo algunos. 
Ahora bien, más allá de los bellos heptasílabos, es difícil hacer una crítica para una poesía experimental, adecuada a los viejos cánones. Sin embargo, usando conceptos y estructuras del posmodernismo filosófico y literario, podemos más bien reconocer dicha experimentación diciendo que se logró la ruptura con los viejos cánones y la forma de hacer poesía en ese entonces; con discursos de crítica social o ruptura del status quo, o métarecit, Lyotard díxit. Encontramos pues, nuevas formas de “narrar” dicho acontecimiento. Que la poesía lo es todo, es todo lo que sabemos de la poesía. Enhorabuena por la memoria de Bohórquez y el trabajo de Gerardo B.B. para esta edición. Vengan pues, más chivitos al precipicio con el llamado borrega-eléctrica con el que cierra el libro. Vengan pues, más libros para y sobre la nuevas juventudes poéticas.