sábado, 25 de octubre de 2008

Abracadabra Rosa

Los monos se mueren de aburrimiento,
el inspector Cloussou muere de aburrimiento,
y señores, yo cuelgo los tenis.
Quién me enseñara
que la muerte es cosa de risa
si se muere riendo.
El hombre en blanco
corre el peligro de pintarse
en negra ira;
no rosa mariposa
volando la risa desde París.
Hago yoga, aerobics y ballet;
pero no bajo los kilos del estrés.
Me hace falta acelerar el pulso
con la simpatía de su mudez.
La pura sordera
de no escuchar a Henry Mancini.
Por eso digo basta;
me canso de
perseguirte más rosa
en el Play Station;
¡abracadabra rosa!
¡escapa pantera!
¡sal de tu ataúd!
Aquí empieza a gotear


Entras a mi zona vip y rompes el suelo.
Corazón: graffiti rapado con pintura en blanco.
Vampirito chupa noches atropellado.
Hola vacío,
qué disgusto maloliente volver a verte.
Lo no dicho está
cuando me ducho, el techo y el acecho.
Piernas de un día, tus ligas en mi sopa,
es tan largo estar colgado.
Muero más con tu moño.
¿Qué necesidad hay de correr?
Se descarapela el día,
la violencia se desnuda,
el cigarro de tu boca rompe el globo.
Me perfumo el fuego
y arrojas el balde de agua.
Te robaste el jardín
señorita no tengo tiempo.
Come mariposa moribunda,
el insecticida de su axila
a ti no te toca.
Pero después de todo
una pido; volverte a conocer,
de todos modos nunca amanecido.
Árbol que crece y te deja torcido


Qué maña la tuya la de olvidar que te quiero.
La de pintar las paredes de tu vagina
y colgar el letrero de vacante.
Abrir una estética
y abrazar con tus piernas frente a mí
a cuanto pase.
La de cortar y pintar el pelo del tiempo,
preguntando si voy a tardar mucho
queriéndote.
Va contra la ética
de las que quieren dedicarse
a cortarle las uñas a
los pasos desamparados.
Muchas he esperado
a que me digas como a los otros
–hoy qué va ser.
Por eso me corto las venas solo;
limas caricias,
barnizas desencuentros,
enchinas caprichos,
a veces rímel
otras colorete;
aplicas base
y la moral pasa por tu tele,
voy a quedar hermoso,
se me ven bien los huesos.
Luego ya con el corazón afeitado,
dices que me veo guapo sin mirarme.
¿Una broma? Por qué
no me dejaste que me pudriera.
Yo estaba bien
allá abajo tendido a la sombra;
por qué me paseas en tu coche
y luego me tiras
con el vehículo en marcha.
Ojala tuviera
uno de esos celulares
con un plan de tiempo de por vida;
te dejaría pistas, detalles,
llamadas hasta en las chanclas.
Pero eso no es posible
si ni siquiera me ves,
por algo dicen
que las malas mañas nunca se quitan.
Aunque la guitarra suene


Se corto las venas,
el chorro de agua de la ballena yo;
se fijo en ti.
Es el karma,
los dientes de la noche que mastican.
¡vamos!, demos vueltas,
las ojeras son principio.
Ares descarga las imágenes:
la muerte en los hombros.
El beso no alcanza para este sobra.
La fotografía en blanco y negro.
La minifalda a oscuras.
La falda de tus flores que no me perfuma.
Eres tú; mi rayo X,
vamos más allá de la carne.
Be light


Ligera, ligera,
huesitos que la defunción no atora;
y es que esta, siempre anda despistada
como para atender la cita con la muerte.
Pone un disco de jazz, cruza las piernas,
y cierra la puerta; el frío de los panteones
no cabe en sus ajustados pantalones.
No digo que la sazón del salón
no se ponga sus moños
y se encierre en su cuarto
a hacer fiesta con sus lágrimas,
digo que miss ternura
se pone a la moda
y baila ballet sobre las tumbas.
Lo siento mucho Doña muerte,
pero con tanta alegría
en estos días de santos;
tendrá que emborracharse
con otro cuerpecito.
Charlotada a mi momento triste


No puedo olvidarte, abuelito del bigote chistoso.
Soy tu Geraldine; también hago cine.
No eras el payaso,
perrito Charlote de los mudos;
más bien zapatos tan grandes
donde no cabe el desencanto.
Eres mi teatro, mi circo, mi baile;
me hacen falta tus besos de bombín.
Tengo tu foto en mi cuarto,
pero esa no camina,
da piruetas o mueve el bastón;
yo te quiero a ti,
a tu mano zurda
que me enseñe
qué es la music-hall.
Regresa a cantarme
en cine mudo, vagabundo.
Ponme tu chaqueta,
ya me canse de Hollywood
y sus dulces sin azúcar;
no te digo que me hables, quiero reír.
Sí, todos te conocen,
hasta la muerte se ríe de ti;
por eso yo te nombro Sir aplauso,
nada más no nos dejes morir sin verte otra vez e Charlotada a mi momento triste


No puedo olvidarte, abuelito del bigote chistoso.
Soy tu Geraldine; también hago cine.
No eras el payaso,
perrito Charlote de los mudos;
más bien zapatos tan grandes
donde no cabe el desencanto.
Eres mi teatro, mi circo, mi baile;
me hacen falta tus besos de bombín.
Tengo tu foto en mi cuarto,
pero esa no camina,
da piruetas o mueve el bastón;
yo te quiero a ti,
a tu mano zurda
que me enseñe
qué es la music-hall.
Regresa a cantarme
en cine mudo, vagabundo.
Ponme tu chaqueta,
ya me canse de Hollywood
y sus dulces sin azúcar;
no te digo que me hables, quiero reír.
Sí, todos te conocen,
hasta la muerte se ríe de ti;
por eso yo te nombro Sir aplauso,
nada más no nos dejes morir
sin verte otra vez en la pantalla chica.
Contra los clásicos posmodernos
Al pachecote de J.E.Pacheco

Me caga escribir a computadora,
nunca aprendí a utilizar todos los dedos.
Pero ni modo, me da orden;
sino existiera escribiría
una Muerte sin fin,
haría un Recuento de poemas;
o estaría como pendejo,
como Piedra de sol.
¡Gracias laserprinter
por imprimirme un alma!
Mi cigarro mágico

Boquilla de cigarro
hallada durmiendo en la calle.
Quiero fumarte
enalgarme
estar calientito.
Lo dicen mis pies
con los zapatos mojados,
esta maña de
no querer bañarse solo,
mis dientes aplaudiendo
y mis manos temblando,
buscando.
Te necesito, punto rojo
que indica el ardor de mi sartén.
Desnudo, afuera y contigo.
Cuido despertar en tu cama
y arroparte mi saliva
en la entrepierna;
bellitos,
zona amazona
en que me pierdo.
Pedazo de cálido espejo
por el que cambio mi alma;
voy a seguir intentando prenderte,
aunque se me acabe
el gas del encendedor
con que respiro.
Ojos de cielo, corazón de noche


GRANA, GRANA no me DA;
pero ya qué, ¡perdón!
Grita el topo,
qué mejor ayudante de Dios
que un ciego que ve.

Explosión:
justo en medio de los ojos.


Séptima u octava vez,
que el sonido
se atraganta
con su propia saliva.


Van,
regresan,
dan la vuelta;
se detienen.


La hormiga pequeña
regresa por el cuerpo
muerto de su amiga.


El dedo de Dios
señala culpable,
y también es aplastada.


No es cuestión de
supervivencia, dicen
las flores con sus pancartas
en el mitin, es cuestión de caminar
y te percates de que la tierra
explota.


A dos calles y el estallido aún se escucho.


La lluvia y la baba son la misma cosa,
dice con seguridad el gorrión
frente a la parvada; agua, líquido,
potabilidad rentable.


Vayamos por la pluma y el aleteo
dicen los cisnes de la música;
¡es hora de revolución!


Mientras, todas las musas
en los vestidores del deseo,
esperan desnudas.


El guión:
Bueno, sí; unas explosiones señor.
Qué.
Muerte señor.


Llegando
cayéndose;
dando tumbos
azotando en la noche;
volteen:
espejo retrovisor de la muerte.


Señoritas: (dicen ellos que también saben estallar)
besadas en la danza de la muerte,
soplo amarillo del cáncer del señor
que ya no conduce su camión sin rumbo;
besado apenas, recordado hace mucho.


La gente se alarma,
no cabe duda,
fue una explosión,
o eso creo.


Al día siguiente:
regar las plantas,
darle de comer a los animales,
al perro, al gato;
todo con las mismas manos
el mismo cuerpo,
va
por sus piernas
como si comiera el sexo
que está junto al mar, y el sol
sale a darse un respiro
después de una larga
noche de amor.


Mujeres y niños,
suban a las montañas o las azoteas,
el estallido está a punto de comenzar.

17 de Septiembre de 2008
Respirar con dificultad


La sombra: ella aparece como no conectada.
Hago terrorismo, te extraño.
Terapia de sueño: vuélvela a ver.
Comencemos a contar:
una tumba, dos tumbas; tres tumbas.
Tres días hace que no te veo.
¿de verdad es un lujo tenerla
budista en quiebra?
¿es que tienes por seguro que me verás sino estás?
Qué raro, ayer
otra vez me ahorque en ti.
Tengo ganas de no llorar desiertos
y no me bombeas agua.
El velador de tu noche está solo.
El elevador se roba así mismo.
El canario ya no se puede poner amarillo.
¿Me ves? Porque si me ves
la función comienza.
Hasta el ciego lo sabe,
no hace falta verme
para saber que sigo solo.
Falta respirar
para encender el circo.
No queda de otra, a la Jim Morrison:
me quedo dormido
con los ojos abiertos
en tus aguas.
Una orquídea y una rosa para la virgen

Se nos fue la seductora,
quién nos va a dar besitos
cuando nos atropelle
el trolebús de la tristeza.
Con quién nos jalaremos de los pelos
para ver quién se mete al cine al primero.
Quién, dígame con quién señora huesos;
voy hablar ahora sobre la injusta política
que es sentirse muy solo.
¿Un cruzadito o un derecho?


En realidad siempre estuvimos borrachos.
Tu alzas las piernas y te mareas,
y yo me tambaleo
aunque no tenga el rey de copas.
Ahora que si paso
el micrófono a los pájaros;
o se avientan un palomazo y seguimos,
o simplemente llorosos piden la jaula.
Hablaré entre dientes, me ahogaré,
y tú seguirás ahí; esperando
a ver a qué hora te crece otra flor
sin ponerles hielo.
Tus manos llevan la aguja
o el limón que morder,
me dices aguanta.
Cada día vendrás a menos,
y después tus senos se desinflaran.
Es eso, o esta vez
cuando mi lengua te muerda la oreja,
no me empujarás.
Circuncisión a la distancia.
Pellejito, pellejito,
sana, sana pellejito.
Jugaremos al papá y a la mamá,
y me atarás con esposas,
mientras yo te digo sonriendo:
esto sí es real.
Acá los reflectores,
mi sensibilidad
hoy no está de buenas
y quiere a su Kornflakes en la cama.
Eso, o como ya casi me lo dices,
cada quien seguirá
emborrachándose en su cantina.

viernes, 10 de octubre de 2008

Hay algunas cosas que no deberían pasar de moda

Hubiera sido más fácil escribirlo a mano;
amanecer tirado a calle o a puerta de casa.
Nos dicen que
tener un algo en que anotar;
por eso de
la fiebre siempre será un malestar.
Y heme aquí escribiendo
como el que se pone lapicero
a buscar, pero ni modo,
a compu, a madurar.
11 segundos de amor la llamada

Se trata de hablar las dos o tres veces
que pasó por aquí, de sus pasos que no
avanzaban y se fueron. El que se quedó,
tenlo por seguro, no querrá llegar
tarde: cita matrimonial, por favor
cadáver a la entrada, subiendo las
escaleras, gracias; que tengan buena
estancia. El certamen del ultimo
tropiezo radica en avalar trance
que no risotada que patee ante
los periodistas. Un buen amigo, siempre
se queda con la información, llora
tu tregua con tu esposa. Sanborns, no
la utopía-mayonesa de tu sándwich.

miércoles, 8 de octubre de 2008

¡Por fin! Aquí está una tentativa del poema que me tomó cuatro días escribir; como que comienzo a saber dónde estuve en este largo tiempo de clases-vida agosto-octubre.






Caja negra de un aero-flor

(ULB)[1] Una fiesta jipi.
Recuerden, tienen que ir disfrazados.
(ULB) Lávate las manos.
(CVR) Súbete el cierre.
(FDR) Tira la basura.

Ruidos del que viene están, callados.
¿De más?; dijiste, tú la del lado amable.
Metidos en tetrapack
abajo unos, otros en la hielera.

Para qué trajiste la máscara antihumo.

¡No!, gritas, que de verte cerca
buscas y, la más pura certeza
te sacudes, vaya, tanto silencio montado.-

No es que sea muy tarde;
gritas desde allá corriendo
¿ir al centro o de compras?
Sino que hay, miedo, -y tu padre
que ya también se ha teñido el pelo-,
pidiendo explicaciones; ¿y esa música?
Nadie le explico a mamá qué era un iPod.

(FDR) Mi equipaje es mi salida de emergencia.
Follador Rock and Roll y Rock and Roll cuyo pase,
contonea las calles; como si calefacción se fuera a pique.
Mocos escurriendo, Nueva York, Praga, Moscú; poco falta
para ser también la nieve.
Chorros de café express: favor de abordar por el pasillo tres.
Destino Guadalajara, D.F., Tijuana,
-vivir no es un coágulo en el cerebro antes-.

(FDR) Que se agarre las nalgas,
(ULB) que se agarre el pelo,
(CVR) que se acomode el pantalón;
son las breves puertas, el labio en la cereza,
-o la ceniza de un Muse frío que es despertar-.
Punto G acondicionado por dentro.
Aire, acondicióname.

Tiembla,
piso hundido,
buscado para sentirte;
esta vez
no machucaste la
erección ardiendo abierta
de la flor.

(FDR) Tu rueda de la fortuna en mi juego de luces.

Abrazo turbo jet;
fénix del querer hecho Fried-chicken.
Tus noches, sí desnudas,
custodiadas por un insípido hot-dog.
Por eso procura entrar
en la iglesia con paquetería,
aquí La pequeña lisa de Jean
firma contrato en México;
quiere hacer porno
y darse a conocer.

(CVR) Ciberespacio, danos hoy la ventana de cada día.

Con ligas transparentes, permite:
es el espectáculo que se desabrocha los senos.
Mújer besuqueada, displicente,
con un caramelo te saca los ojos;
cada quien por su lado, no allá ella.
Y bésame aquí, despacito,
bésame aquí; despacito.

Por el ojo de esta aguja en el pajar
no pasan fibras ópticas:
por qué no te alacías el pelo,
te vas a ver más real.

La láser obliga a este girasol
a almacenar luz.
Vela a los ojos y te quemará la retina;
no veas que ya eres de piedra.

Va de camping
y a este excursionista
le provocan un incendio.

Ella es la prima bruta
y ella es prima neta.
Una te afloja las nalgas
y la otra es la que te dice:
cada día estás más gorda.
Pero eso sí; ninguna de las dos
asume el riesgo de tu muerte.

(FDR) Mi pene tiene un barro Daphnia; y ¿el tuyo?
1pircing
1 condón
SIDA

(FDR) Mi hermano que se queja de su muerte en el chat.

Que nadie toque el timbre de la explosión,
el grillo gay se encargará de despertarla.
Agujero en el saco es el encuentro, ir.
Pero ir, ir en el cambio de platos;
el gringo amigo no es camión de carga.

(FDR) Mi dicha es un me bajo en la que sigue.

El reloj es tu único amigo,
el reloj es tu único amigo, Bang-Bang!
El trompetista dio el cañonazo,
más tarde se tiró de su azotea.

(FDR) El cristal de tu blog me rompe.

El pajarito que me lo dijo
no termina de ahorcarse.
Era de esperarse;
amaneció con cara de gym,
la realidad lo mió.
Se canso de ese olor
amarillo y contradictorio:
después de la carcajada, sigue el amor.

(FDR) Mi café es un cigarro que posa para la foto.

¡Mami!comio

(FDR) De chiquito
no me dieron suficiente flor.
Mamá me enseño a hablar a solas
y papá me encerró en mi cuarto.
¡Para que aprendas! Dijo.

Tienes papel higiénico,
quiero limpiarme el sentimiento.

Truco familiar:
ponle una ratonera en las llaves del carro,
por ahí tiene que pasar antes de la oficina.

Hablar entre dos piernas,
todo ahí;
esa falda larga
y abierta por detrás
vuelve a pasar.
Diafragma en acción:
es que,
¡bailó la esquizofrenia!
Ricacha-ricacha.

Al fondo,
en la mesa familiar;
algún pariente suyo
imagina escuchar
–con esa voz over
tan carraspera
que se carga- a alguien decir:
cómo educo a mis hijos;
me traen con el pene
de su padre en la boca.

(CVR) Hola. Cómo estás.
Muy espermatozoo.
Perfecto. Ven a la fiesta, sal de tu escroto.
No; mi fuego
ya puede mantenerse vivo, por congelación.

(FDR) Querido público:
ni lo leí
en la revista de modas de mi hermana,
ni lo dijeron
en el partido de futbol
y claro,
no lo escuche en la radio en internet;
pero, ¡Ha nacido el niño-flor en la frontera!
No corran,
la hora del pastel ya llegó.

Bolso de mano zara
panza chelera
polvera amarilla
aliento a tacos
bilet color natura
olor a sobaco
Siéntense en el suelo,
¿qué no son jipis?

Compuesto vitamínico:
rebaja de amor
ganga en soledad
prueba gratuita de tu tiempo
en cámara rápida.

(FDR) Me compre el 1 existencial con mis muertes ahorradas.
¿No se supone que me puedo llevar el 2 vitalicio?

Total, está perdido:
A ver a quién le palpita más rápido,
sin meter mano.
La flor que se come así misma,
aprende a andar en bicicleta sola.

(FDR) Es riñón, no lengua.
Me aburren las pláticas de borrachos;
por eso le subo el volumen a
las copas de mi Erebo.
Que no me escuchen
cantarme esta canción.

Saca las palomitas,
hay que ver con calma
como unos labios
comienzan a rasguñarse
los pétalos.

(FDR) Después de que a mamá
la dejó papá,
así.
Nunca sabes cómo estoy;
no sé yo tampoco.
Me dices raro.
Aussi triste
qu´un
crapaud
sans hoquet.

Dense prisa
a tramitar su espera,
el ardor de esta nueva cumbia
piensa
ponerse a dieta.

(FDR) Le Tour Eiffel en mi tortilla,
la estatua de la libertad mi rastrillo y
la panza de Buda en mi dentífrico.
Comienzan a servir
los platos del pastel;
antes
que dé inicio la música
y se tire
a bailar;
le voy a decir,
y sé que me va a decir que sí.

Amable comprador,
disculpe si la muñeca no los infla.
La angustia
varia
con cada modelo.

El perfume por la flor,
la flor por el perfume.
El espejito se para
frente a todos los de la mesa
y comienza a ir.



[1] Materia de rescate en un accidente aéreo: ULB: localización submarina, CVR: registrador de voz de la cabina, FDR: registrador de datos del vuelo.

jueves, 2 de octubre de 2008

Este sexshop no admite girasoles


El gesto;
no;
ya
no
caigo tan
fácil.
No
compro,
gracias.


El abandono;
está acostado
y tiene miedo,
ebullición;
luz,
goce, estos
colores se gastan
y todo se queda
en nada.


De eso sí;
habrá que
ir
con el doctor para que
le
receten
algo a este grito.


Imaginen todo;
al cabo aquí
sí se
puede.
Hablen por teléfono
a París;
a lo mejor el amor
tiene tiempo
y está desocupado y los atiende.


Regrésale tantito;
ahí en esa escena
donde se
acarician.


De repente;
es el mareo
de la
nube
y también del
dolor.


Un amor rápido es un amor rápido;
no hay tiempo para
el amor.


Pónganle calcetines
de responsabilidad
a esta mañana;
hoy otra vez
van a llover vidrios.


Jaléenle el cabello
a la visión;
verán
como si responde.

Aunque ya esté cansada;
ahorita
se
mete,
se da un baño,
dos horas
arreglándose,
se toma un café,
un cigarro y
quién sabe;
a lo mejor al ratito
hasta los lleve a su cuarto.


Pero no; este sensibilidad
que se peina en su
webcam
mañana
tiene que
elaborar gritos nuevos.


Para esas horas;
ya habrá alguien que
esté haciendo
el amor.

Y después;
también se
tendrá que ir al trabajo.
En el jardín del pueblo

Como si cantar pudiera.
Hagamos una cosa de la otra cosa;
como contagio al suplicio
que se acaba de dormir.
El punto fino del comienzo;
la comezón en la oreja del cielo,
como un comienzo
más arriba y luego abajo.
La luz torpe y ebria
se recarga
en los postes de la tempestad,
llovizna; ponte los guantes y la bufanda,
que ya va a nevar.
He visto a los mejores
caer frente a
una rodilla y una pierna
un poco descubierta;
un vaso de agua
en medio de una resaca;
hilo de humo
mezclado con el aire,
otro calambre al destino
y se queda.
Durar horas
haciéndole al amor;
la lámpara
que alumbra la nada
y que se pone crema,
arriba en el sótano del cielo.
La desdentada risa
corre a darte un beso
y la muerte mira la televisión;
tras haberse dado
un baño para el mal olor.
Cepillemos un poco esas tetas,
al tiempo le gustan desempolvadas.
Se llaman tretas,
anótalo en tu libreta de notas.
Eso es como dar mil besos y no contarlos.
La historia de los ojos rojos ya se la saben;
no hace falta volver a decirla.
Balbuceo nocturno,
fogata en hielo
para el ardor del humo,
entonces, digámoslo
un poco más callado;
no queremos
que por un grito a voces,
el decoro de la vida
escupa cercenadas cabezas
con sangre sobre nosotros.
Denúdate pornografía,
el altar para irse
tiene que agitar las alas.
Vámonos de vacaciones,
extraño a la marea
que se arrastraba hacia mí.
Mi almohada toda,
el sueño con la cola más larga,
como giro,
como concordar
toda la ropa del recuerdo
sobre un mismo hilo;
tardemos
más en arroparla
que en desvestirla,
no dejemos
hacer moho
a este momento
de sentimentalismo
con el arcoíris y toda la cosa;
hagamos esto simplemente:
lavémosle los pies a la televisión
y quién sabe, puede que
de un momento a otro,
nos eche una imagen
más allá de unos senos.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Amanecer con 6 pies izquierdos y un derecho



Estar adentro:
El que está en su cuarto ve fotos de su cuarto, a oscuras.
El que tiene una familia ve por su familia.
Encierren al gato a que se rasguña.

Estar en ancla:
El que prende la luz es recordado, se enciende.
El que es responsable cumple con sus deberes.
Fuera abajo, echen el fondo del culo de Dios.

Estar fijo:
el que llega dice cambien el techado,
alfombran esas manos y púleme los huesos
con tu sudor, si quieres vacaciones giño.

Estar a duermevela:
el que está en su cuarto no sale de su cuarto, respira.
Vivir bien consigo mismo.
¡Que te metas ya, cabrón! ¡Vive feliz tu domingo 7!

Estar con la mirada abajo:
Perdí; el mala suerte de los platos, desnudo.
Cuídate.
Allá va; ¿dijiste algo?

Estar de paseo:
el que va de día de campo carga sus cosas
lap-top, celular, ipod;
aborden el champagne, el velero se hunde a las 6.



Estar enfermo:
Pulso abierto a pánico escénico natural,
el excitado cierra las cortinas;
si alguien muere en la hoguera,
tiene que ser a puerta cerrada, que no lo vean.
Guarida



Avenida:
¿ya pasó
lo de
comenzar a caer
desde abajo?

En qué forma,
olorosa e ingenua
en el ultimo para no dejarlo.
Todo acto es turbio.

Requebrar,
tirarse y que luego
llegue eso de
que me hizo levantarme,
la edad no alcanza para sentir todo,
organiza las pocas vidas;
si el Gandhi regresara
de seguro haría otra cosa.

Todavía te levantas como buscando,
como si tuvieras espacio
y de pronto te empujaran
y luego te jalaran.
Hombre de pesar, hombro de x.

Escucha lo que te conviene,
si te dicen
que mientras
no estuviste, su sed,
fue carrito de tamales en la esquina;
enfoca el vaso vacío,
verás que a eso haces falta.

Muerdes la almohada de silencio,
y ella se moja por completo,
nunca nadie había estado tan cerca de ella.

Si escuchas,
abre las piernas y escurre
porque tendrás que sonarle los mocos por mucho tiempo
al que de repente
algo lo pone cachondisimo
y llora, se acuerda.