Algunas de las palabras que he
aprendido están tristes. La ausencia de retórica, el verdadero tratado de
figuras sin solipsismos de poéticas individuales; tanta desfachatez en la
escritura que se puede explicar bien con viejos formalistas y las entendidas de
Bajtin al carnaval. Y en un sin par de abecedarios, poder escribir un
diccionario de momentos sartreanos ¿pero felices? El Libro de tus Literaturas
Orales De lo que escritor escritor, no se dice pero se niega a teorizar y, cómo
lo dices, también te apresuras a escribir viviendo Cuánto es de la vida el
análisis lo que fija Qué irá a ser de tanto a lo dicho mucha moraleja de
trechos al pecho de los horizontes que la Escritura desplaza “me tengo que
morir y no sé qué hacer con tantos libros. No sé qué va a ser de ellos” El
Libro de los Libros Perdidos El libro de los encuentros del libro Llévese un
sendero para las bifurcaciones, una brújula que baile mazahua siempre hace
falta un Aleph para arrullar sus senderos levante aquí un muro y atrape cuántas
lecturas pokerevólver poqué no te das un tiro Historia de la nueva caída de tus
Españas más deseadas En tu oficina
portátil de inventarios han reparado no sé cuántas curvas de tutús morados y ya
se le hizo un moretón ancho a las piernas que buscan alguna explicación del
verso que se estrella en el parachoque pero que se aferra a escribir en defensa
prosa por qué no tiene cielo en cada ojo esta vieja leyenda de las navajas de
afeitar que vienen a relajar los músculos del pasto; este ya se cruza por sus
enramadas luces como jardineros mojados por las fronteras del después de todo
sin que puedas meterle una nube entre los pies y es un láser de sonidos el que
apunta los cantos de los árboles que ya te escuchan explicar el cuento que tu
cuentas con la mirada que tienes puesta entre las piedras que llevarás como
mártir que regresa de una casería de sombras internas porque el truco de coser
panzas al sincho del escudero; es que también una vida Quijotesca, da el vicio
de meter ángeles como odas al gol que no fue gol pero sí un entrenamiento de
candores y colores de los enverdeceres que se tejen y se tejen para que un día
nublado, valga una tumba de Mahoma en cada curva y tope del camino que el libro
de los muertos llama estrategía de ceros, ceros; ceros negros como heraldos
jueves, 5 de diciembre de 2013
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