La lejanía;
otro brillo en los ojos del Buda.
Fuego quebrado
espada en su eterno retorno
& somos el filo
que es la calma de 1 respiro.
En la funda van
mantras para desarmar galaxias.
El universo donde los temblores es decir
lo casto & frío del rincón de las soledades:
1 verso repleto de sencillos silencios.
Bardo el dolor
bastardo el camino que no se prende
& no tu sol
pero sí al caló de tus interiores.
¿Cómo es que cantan las flores
sin mojar tangos de primavera?
Pulmón e instante cuántico
como noche que se da lo luna,
centralita & carnalita
desentúmeme el corte,
lo incendiado & lo abismario
el desgaste de la luz en escurrirse
por todo lo bueno
que no he dicho de ti.
Puestecito para el asceta mi corazón
& eso dice lo verborrea a lo sideral.
Más que escondido, contraste,
decir sereno
tu madrugal frugal.
Todos andan
por la lluvia en nube del amor.

Algo budista
serpiente
devorando la rata del pollito acribillado
& con calaveras
con vampiros de Batman
Cristo en patineta
& en el culo de la luna
Indias desnudas
de pluma blanca & sin vaqueros
Devoción de
caballos descarnados
Luego que nos obstan las nubes
como 1 robot en chinga
& hasta oxidarse
en los mares de tu sombra
Como 1 noche punk
& ya de menos
Comenzaba a prenderse la tarde
& salimos a encedernos
Este pasto duro
que sabe hundirse a todo
Aquí donde los caminos andan rajados
ahí donde las lluvias hincaron murmullo
cerca de las aguas
como lluvia decadente
anda el viento
pateadito
moridor acalambrado
Como lo que dice tu voz
charquito
& lodito suave por tus piernas
Somos cielo
1 relámpago a menos
Este puro silencio
donde la calma nos encuentra
Somos todo sol & ardor
Sale pues
este carnal instante a bendecirnos

No 1 espíritu,
sino todas las cosas buenas
No me convence la lluvia fresca
pero te respiro a tormentas
Los restos del papel para los poemas
que no fueron centellas
La tinta última, dos o tres veces
El cuerpo erróneo
de todas tus corrupciones
Es culpable
lo trabajado de la fe
en el cuero de tus dragones
Las niñas guerras mágicas
Los niños semilla del porvenir
Nada es más sencillo
que lo invisible que se ve
Intenté la magia
& fuimos el agua evaporada del tejado
Ahora Padmasamvava Buda
el mentón rajado
la mandíbula del León
envejecida de saber a silencio
el poder de tu mente
por la de todos los cielos
Más tierra mojada
& nuestra inundación fluye más lenta:
No 1 espíritu
sino todas las cosas buenas
que puedas decir

 La vida fuera del camino
1 surco mal sembrado
1 par de botas enlodadas
ya no cervezeando
pero sí
los campos de hongos meditando
Somos
1 aroma de moradas sublimes por vivir
armas demoradas a la última lluvia
& para oxidarse
el gancho que pronto
desentraña la tierra
Extensiones vagas de 1 lugar de lejanía
Recientemente 1 respiro
Tranquilamemente
& siempre
las sobras de 1 felicidad
que nunca termina

Silencio: esa cosa que no quiere decir pero que  habla de todo.
Amigo de los olvidos profanos,
qué lejos los campos baldíos.
No cuidarnos es 1 incendio,
renuncio a los despacios.
Ya incoherente
el cuerpo convulsivo:
procuro 1 yoga restaurativo.
Aún enseño mis dolores:
La cabeza de Buda
1 estallido perpetuo.
Aún recuerdo
1 baño de esponja de mi madre
& 1 enfermera
que borra los suicidios.
Desasosiego mis meditaciones.
El miedo es relativo,
prefiero la tristeza
de no amanecer frío.
La rabia en el aullido.
Construcción sintáctica fantasmal:
escaleras  & pasamanos,
el corte de la deriva.
Los garfios crecidos
de palabras inconexas:
otro filo de nuestras lunas.
El Dharma que aún no digo.
Adolorido, mi último entumecimiento.
Pero te despierto,
somos la consigna que ha de liberar:
1 mirada
que es puro detenerse a mirar.